Hola, soy Rosalí… ¡Encantada de conocerte!
Desde pequeña mi verdadera pasión han sido los animales.
A menudo mis padres me encontraban de pie en la
cuna por las mañanas saludando a los pájaros por la ventana.
Como me gusta escribir cursé la carrera de publicidad y Relaciones Públicas en la universidad de Málaga.
Entonces llegó un repentino cambio de rumbo…Me fui un verano a Londres para
aprender inglés y me quedé más de 10 años.
Fue allí donde entré en contacto con el Yoga y el Pilates.
Me formé como profesora de Pilates de suelo y máquinas con la Pilates
Foundation U.K.
En 2013 la India se cruzó en mi vida. Estudié Hatha Yoga con grandes maestros. En
un total de tres viajes acumulé 900 horas de formación con la institución Yoga
Alliance.
Ya de vuelta en Barcelona ejercí de profesora de Yoga Terapéutico mientras
trabajaba de voluntaria en varios refugios de animales.
Mi naturaleza PAS (persona altamente sensible) me inició en una práctica
continuada de meditación para equilibrar mis emociones.
En 2022 me sentí guiada a estudiar Reiki. Cursé la Maestría de Reiki Usui
Japonés de la excelente mano de Silvia Ribelles en la Escuela Superior de Reiki
de Barcelona.
No puedo explicar la transformación personal que el Reiki ha producido en mi vida.
Ahora soy capaz de gestionar los desafíos diarios con mayor serenidad.
Volviendo a los animales, alguien me habló de Olga
Porqueras, gran referente en el campo de la
Comunicación Animal. Con ella me formé como
comunicadora animal y terapeuta floral. Como profesora
Olga es un pozo de sabiduría y muy generosa.
En la comunicación con los animales han confluido mi
aspecto más espiritual y mi pasión por los animales. Mi alta
sensibilidad pasó de ser un obstáculo a una herramienta
muy valiosa en mi trabajo.
Comunicar con animales lleva implícito un proceso de
crecimiento personal. Se requiere estar en el presente para
dialogar con ellos. Esto nos obliga a calmar la mente para
permanecer en nuestro centro. Así poco a poco también nos vamos sintiendo mejor.
Quiero agradecer a mi amiga peluda, Indi, por enseñarme a apreciar las cosas más
sencillas de la vida. Juntas hemos atravesado cambios y pandemias.
Nuestros compañeros animales en la tierra están ahí, esperando a que demos un
paso más y disfrutemos junto a ellos de una existencia más plena… ¿Vamos?